sábado, 31 de diciembre de 2011

Canción de la semana(: - Un año más

Adiós 2011(;

Mecano - Un año más

En la Puerta del Sol
como el año que fue
otra vez el champagne y la uvas
y el alquitrán, de alfombra están.

Los petardos que borran sonidos de ayer
y acaloran el ánimo
para aceptar que ya, pasó uno más.

Y en el reloj de antaño
como de año en año
cinco minutos más para la cuenta atrás.
Hacemos el balance de lo bueno y malo
cinco minutos antes
de la cuenta atrás.

Marineros, soldados, solteros, casados, amantes, andantes
y alguno que otro
cura despistao.

Entre gritos y pitos los españolitos
enormes, bajitos hacemos por una vez
algo a la vez.

Y en el reloj de antaño
como de año en año
cinco minutos más para la cuenta atrás.
Hacemos el balance de lo bueno y malo
cinco minutos antes
de la cuenta atrás.

Y aunque para las uvas hay algunos nuevos
a los que ya no están echaremos de menos
y a ver si espabilamos los que estamos vivos
y en el año que viene nos reímos.

1,2,3 y 4 y empieza otra vez
que la quinta es la una
y la sexta es la dos y así el siete es tres.

Y decimos adiós
y pedimos a Dios
que en el año que viene
a ver si en vez de un millón
pueden ser dos.

En la Puerta del Sol
como el año que fue
otra vez el champagne y las uvas
y el alquitrán de alfombra están.


 
Esperemos que este 2012 sea mejor que este año, que la economía mejore, que hagamos más amistades y que reforcemos las anteriores, que seamos muy muy felices... ah, y que no se acabe el mundo(;

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Poema de la semana - Declaración.

Comienza el mar a gemir,
la sombra empieza a caer;
sentado en la extensa playa
miro con triste avidez
danzar las revueltas olas
en espumoso tropel;
y mi corazón con ellas
alborótase también.
Memorias y anhelos vagos
surgen y crecen en él,
porque tu voz y tu imagen
oigo y miro, dulce bien;
tu imagen que sobre todo
flota siempre, pura y fiel;
tu voz, que en todo la escucho,
y en todo la escucharé,
en el viento que solloza,
en la ola, muerta a mis pies,
y hasta en el propio suspiro
de mi recóndito ser.


Con ligera caña escribo
en la arena: «Te amo, Inés».
Y suspirando traidora,
mansa viene la ola infiel,
y al punto borra la dulce
declaración de mi fe.

¡Caña frágil! ¡Leve arena!
¡Pérfida mar! ¡Ola cruel!
Para nada os quiero; nunca
a engañarme volveréis.
En la selva escandinava
crece altivo, entre otros cien,
abeto, que al cielo sube,
ese abeto arrancaré,
En las entrañas del Etna
fuego eterno se ve arder;
en las entrañas del Etna
hundiré el tronco después.
Con esa tremenda pluma
y esa tinta escribiré
en la bóveda enlutada
de la noche: «Te amo, Inés».
 


Entre los vívidos astros
las cifras de mi querer
brillarán todas las noches
hoy y mañana y después.
Generaciones de ángeles
veránlas resplandecer,
y por siglos de los siglos
repetirán: «Te amo, Inés».
 
 
Heinrich Heine

viernes, 16 de diciembre de 2011

Poema de la semana - Rima: Dices que tienes corazón y solo...

Dices que tienes corazón, y sólo
lo dices porque sientes sus latidos;
eso no es corazón..., es una máquina
que al compás que se mueve hace ruido
 
Gustavo A. Bécquer
 
Dedicado a P1 (; no porque ella lo sea, sino por la gracia que esta rima le hace. Ella va de piedra, pero en el fondo no es más que un flan... (L

lunes, 12 de diciembre de 2011

Poema de la semana - Rima XXV

Cuando en la noche te envuelven
las alas de tul del sueño
y tus tendidas pestañas
semejan arcos de ébano,
por escuchar los latidos
de tu corazón inquieto
y reclinar tu dormida
cabeza sobre mi pecho,
diera, alma mía,
cuanto posea:
¡la luz, el aire
y el pensamiento!


Cuando se clavan tus ojos
en un invisible objeto
y tus labios ilumina
de una sonrisa el reflejo,
por leer sobre tu frente
el callado pensamiento
que pasa como la nube
del mar sobre el ancho espejo,
diera, alma mía,
cuanto deseo:
¡la fama, el oro,
la gloria, el genio!

Cuando enmudece tu lengua
y se apresura tu aliento
y tus mejillas se encienden
y entornas tus ojos negros,
por ver entre sus pestañas
brillar con húmedo fuego
la ardiente chispa que brota
del volcán de los deseos,
diera, alma mía
por cuanto espero,
la fe, el espíritu,
la tierra, el cielo.




Gustavo Adolfo Bécquer

Adolescencia y futuro

Seguro que todos los que estáis leyendo esto os habéis preguntado cómo seréis dentro de unos años, qué estudiaréis o de qué trabajaréis (si es que hacéis algo), a quiénes llamarás amigos, enemigos o “antiguos amigos”, dónde viviréis, si tendréis un piso o un chalet, si estaréis casados o solteros… Y sobre todo si, con esa vida, sois felices.


Puede que nos digan que hay que disfrutar la vida, que sólo son dos días, que lo que importa es el presente, que todo llegará a su debido tiempo, y que, por lo tanto, no debemos machacarnos pensando en ello. Todo eso es muy bonito, son grandes frases, sí Señor, pero la verdad es que en este sentido pienso como Woody Allen, que sabiamente decía: Claro que me interesa el futuro, es el lugar donde voy a pasar el resto de mi vida.

Nos pasamos la niñez sin tomar decisiones, toooodo lo eligen por nosotros, o, directamente, no se nos da la libertad de elegir ya que no solemos estar capacitados para ello. Pero, a medida que vas entrando en la adolescencia en la que (supuestamente) empiezas a pensar de forma más clara y a saber lo que quieres (en esto no se incluyen muchos chicos/as) y es ahí donde poco a poco, como con miedo a asustarte, te van dando pequeñas elecciones. En el colegio empiezan por darte a escoger optativas, después ciencias o letras, y más tarde la carrera que quieres estudiar o, si dejas el instituto, el trabajo que quieres desempeñar (a la generación nini ni la nombro). También te dan a elegir con quiénes quieres ir, en qué ambiente quieres meterte y hasta si quieres destrozarte la vida a causa de tonterías, que tú mismo eliges.
Ahí es cuando empieza la ansiada “libertad” que luego no cesa hasta el final de nuestra vida.
Aquí hago un inciso, porque la libertad, ese concepto tan oído y por el que tanto han peleado es relativo.
¿Eres libre para robar? Supuestamente sí, pero entonces la persona a la que robes no tiene la libertad de elegir sobre lo que pasa con las cosas de su propiedad. Es complicado, yo misma me lío con lo  que acabo de escribir.
Otra cosa irónica y para mi gusto más fácil de entender es esta: ¿Tú tienes libertad para besar al chico o a la chica  que te gusta? La respuesta es (una repuesta que yo odio porque no te aclara nada) depende. ¿Por qué? Porque si esa chica/o no le gustas tiene la suficiente libertad para pararte los pies. En ese momento él o ella son los que eligen (si no empleas la fuerza claro está ¬¬)
Estos dos últimos párrafos son más bien filosóficos, y, puesto que no me apasiona la Filosofía lo dejo aquí.
No podemos saber (para mi desgracia) que será de nosotros dentro de diez años, pero, lo que sí sabemos con más seguridad es que, entre o no entre el destino, Dios, o (como dice una amiga) las reacciones químicas, en gran medida nosotros nos labramos el futuro.

Esperemos un buen porvenir.


Porvenir (Ángel González)

Te llaman porvenir
porque no vienes nunca.
Te llaman: porvenir,
y esperan que tú llegues
como un animal manso
a comer en su mano.
Pero tú permaneces
más allá de las horas,
agazapado no se sabe dónde.

…Mañana! Y mañana será otro día tranquilo
un día como hoy, jueves o martes,
cualquier cosa y no eso
que esperamos aún, todavía, siempre.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Poema de la semana - Coplas de Manuel Machado (:

Porque me veas con otra, 
no dudes de mi querer. 
La sangre se da mil veces, 
y el corazón, una vez. 
No vuelvo a verte en la vida, 
ni por tu calle a pasar. 
Tu carita con la mía 
no se vuelven a juntar. 
Los siete sabios de Grecia 
no saben lo que yo sé... 
Las fatigas y el tiempo 
me lo hicieron aprender. 
Yo pensaba haber cogido 
la naranja y el azahar... 
Con hacer leña del tronco 
me tuve que contentar. 
  
Las penas que tú me das 
son penas y no son penas, 
que tienes cositas malas 
y tienes cositas buenas. 


Si te quise, no lo sé;
si me quisiste, tampoco...
Pues borrón y cuenta nueva:
yo con otra, y tú con otro.
 
No te pongas a pensar
en lo que nos ha pasado...
Y, si a la gente le pesa,
que nos quiten lo bailao...
 
Por querer a una mujer
un hombre perdió la vida.
Y aquella mujer perdió...
la diversión que tenía.
 

A la orillita del río
me pongo a considerar:
mis penas son como el agua,
que no acaba de pasar.
 
Publica la enfermedad
aquel que espera el remedio.
Yo no pregono mis males,
porque curarme no quiero.
A la Virgen de los Reyes
de rodillas le pedí,
serrana, que me quisieras
o yo te olvidara a ti.
No sólo canta el que canta,
que también canta el que llora...
No hay penita ni alegría
que se quede sin su copla.
Desde la una a la una,
desde las dos a las dos,
son las veinticuatro horas,
que te estoy queriendo yo.
Han alargado tu calle,
que ahora llega hasta la plaza,
y antes no llegaba más
que a la puerta de tu casa.

Este querer que te tengo
me tié que costar la vía...
Si no me quieres, de pena;
si me quieres, de alegría.
 
Por toas partes se va a Roma,
dice un antiguo refrán.,
Y yo, por toítas partes,
voy a tu casa a parar.
 
Ya te lo decía yo
que aquello se acabaría,
que en la casa de los pobres
dura poco la alegría.
 
Cuando me miras, me matas...
Y si no me miras, más.
Son puñales que me clavas
y los vuelves a sacar.
 
Cuando me pongo a cantar,
me salen, en vez de coplas,
las lágrimas de los ojos
los suspiros te la boca.


Bendita sea mi tierra.
Bendita sea Sevilla.
Sevilla tiene a Triana.
Triana tiene a mi niña.
¿Para qué quieren oír
y para qué quieren ver
oídos que no la escuchan,
ojitos que no la ven?
Te quiero, porque te quiero,
no por interés ninguno;
dinero sin gusto es ná,
y el gusto siempre es el gusto.
La Virgen de la Esperanza,
aquella que está en San Gil,
aquella Señora sabe
lo que yo te quiero a ti.
Mi mal no tiene remedio;
ésta sí que es la verdad...
Tus ojos, chiquilla, han sido
causa de mi enfermedad.


 


Con toíto lo que puede
el Señor del Gran Poder,
me dijo que no podía
curarme de tu querer.
 
Lloraba gotas de sangre,
y mis lágrimas bebía
porque no supiera nadie
lo que por ti padecía.
 
A mi mare, en la agonía,
le juré no verte más...
Si cumplo mi juramento
la vía me va a costar.
 
¡Ay maresita del Carmen,
qué pena tan grande es
estar juntito del agua
y no poderla beber!
 
Camino que no es camino
de más está que se emprenda,
porque más nos descarría
cuanto más lejos nos lleva.



viernes, 25 de noviembre de 2011

Poema de la semana - Margarita te voy a contar un cuento

Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar;
yo siento
en el alma una alondra cantar:
tu acento.
Margarita, te voy a contar
un cuento.



Éste era un rey que tenía
un palacio de diamantes,
una tienda hecha del día
y un rebaño de elefantes,

un kiosko de malaquita,
un gran manto de tisú,
y una gentil princesita,
tan bonita,
Margarita,
tan bonita como tú.

Una tarde la princesa
vio una estrella aparecer;
la princesa era traviesa
y la quiso ir a coger.

La quería para hacerla
decorar un prendedor,
con un verso y una perla,
y una pluma y una flor.

Las princesas primorosas
se parecen mucho a ti:
cortan lirios, cortan rosas,
cortan astros. Son así.



Pues se fue la niña bella,
bajo el cielo y sobre el mar,
a cortar la blanca estrella
que la hacía suspirar.

Y siguió camino arriba,
por la luna y más allá;
mas lo malo es que ella iba
sin permiso del papá.

Cuando estuvo ya de vuelta
de los parques del Señor,
se miraba toda envuelta
en un dulce resplandor.

Y el rey dijo: «¿Qué te has hecho?
Te he buscado y no te hallé;
y ¿qué tienes en el pecho,
que encendido se te ve?»

La princesa no mentía.
Y así, dijo la verdad:
«Fui a cortar la estrella mía
a la azul inmensidad».

Y el rey clama: «¿No te he dicho
que el azul no hay que tocar?
¡Qué locura! ¡Qué capricho!
El Señor se va a enojar».

Y dice ella: «No hubo intento;
yo me fui no sé por qué;
por las olas y en el viento
fui a la estrella y la corté».

Y el papá dice enojado:
«Un castigo has de tener:
vuelve al cielo, y lo robado
vas ahora a devolver».

La princesa se entristece
por su dulce flor de luz,
cuando entonces aparece
sonriendo el Buen Jesús.

Y así dice: «En mis campiñas
esa rosa le ofrecí:
son mis flores de las niñas
que al soñar piensan en mí».

Viste el rey ropas brillantes,
y luego hace desfilar
cuatrocientos elefantes
a la orilla de la mar.

La princesita está bella,
pues ya tiene el prendedor
en que lucen, con la estrella,
verso, perla, pluma y flor.



Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar:
tu aliento.
Ya que lejos de mí vas a estar,
guarda, niña, un gentil pensamiento
al que un día te quiso contar
un cuento.

Rubén Darío.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Poema de la semana - Poema 15

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía;

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.

Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.



Pablo Neruda

sábado, 19 de noviembre de 2011

Verdad(:

Un sabio se puso delante de un público
y contó un chiste, haciendo
que todos rieran.

Despúes volvió a contar el chiste,
pero esta vez menos gente rió.

Contó dicho chiste una y otra vez,
pero nadie se reía.

Él sonrió y dijo: No puedes reírte de la broma
una y otra vez, pero
¿POR QUÉ SIGUES LLORANDO POR
LO MISMO UNA Y OTRA VEZ?



martes, 15 de noviembre de 2011

Rima XXXV - Poema de la semana (:

    ¡No me admiró tu olvido!  Aunque de un día,
me admiró tu cariño mucho más;
porque lo que hay en mí que vale algo,
eso... ni lo pudiste sospechar.

Gustavo Adolfo Bécquer

domingo, 13 de noviembre de 2011

Sandra Paredes

Si supieras lo que te agradezco todo....

Idiota rematada en proceso de cambio

La otra vez hablé sobre los rollos y los distintos tipos de amor, pensando que yo no caería en enrollarme con alguien porque sí sin que me gustara demasiado y sin conocerlo demasiado por la presión que suele ejercer la sociedad en este tipo de acontecimientos.
Pues bien, mi consejo: Nunca digas de este agua no beberé, porque puedes acabar haciéndolo y sintiéndote mal por haber ido en contra de tus principios básicos.
Chicas que seguís este blog: JAMÁS OS DEJÉIS LLEVAR POR LA SOCIEDAD, ser vosotras mismas, y mandar a la mierda a quien se quiera aprovechar de la violencia de algunas situaciones.
En mi caso la culpa no es de nadie... digamos que el intento de ser como una adolescente típica me jugó una mala pasada, porque yo no soy ni seré de esa manera.
Antes me meto a monja.
Y como dedicar mi vida a la oración no me parece lo más apetecible (tampoco lo critico, soy católica) a partir de ahora no me dejaré llevar por ninguna situación.

Adoro a Carmen Márquez

jueves, 10 de noviembre de 2011

Adolescencia y amor

Una de mis bloggeras y amigas favoritas me pidió que hablara sobre este tema. Ya sé que es corriente, vale, el amor es un tema que se toca en la mayoría de series, libros y películas… pero en mi opinión, lo pintan demasiado bien.

Adolescente que lees el blog, te haré una pregunta, ¿Conoces muchos casos como el de Titanic, El Diario de Noah, Crepúsculo – si él no fuera vampiro claro está – o a tres metros sobre el cielo? Personalmente, yo no. Siempre hay algunas relaciones súper chachis etcétera, pero no son lo más común.

En la adolescencia se lleva más – siendo redundante – el rollo rollo. A ver, creo que me he explicado pero por si no lo he hecho, ahora mismo lo aclaro.
La mayoría de los chicos (y en gran medida también las chicas, que aunque digamos lo contrario de santas tenemos poco) no buscan una relación, buscan un lío, un rollo o como queráis llamarlo. ¿Y por qué? La respuesta es sencilla: no hay compromisos. Así de simple. Parece que la juventud de ahora tiene miedo a comprometerse, bueno, yo  más creo que tienen  miedo a madurar. Es mucho más fácil enrollarte con una día sí día también y cuando te canses de ella ir a por otra, dejando los sentimientos a un lado.
Esto va también por las chicas, ya que he oído decir cosas como: ¿para qué quiero un novio, si no me voy a casar con él? Respeto esa opinión, como respeto todas, y casi hasta la comparto. Tiene sentido ¿verdad? ¿Para qué te vas a comprometer pudiendo pasarlo mejor no haciéndolo? Pensadlo bien: cuando te comprometes hay varias posibilidades de salir herido de ello. Si no te enamoras estás exento del dolor que conlleva no ser correspondido, humillado o utilizado, porque al igual que te utilizan a ti tú le utilizas a él o a ella.

Viéndolo de esa manera está fenomenal, pero ahora mirémoslo por el otro lado: Si te lías con cualquiera cuando te da la gana la palabra cariño para ti pierde todo el significado. Eres como un robot, nada de lo que haces te afecta lo más mínimo, ya que te parece lo más normal del mundo. Además, te ganas la fama de puta (si eres chica) o de ligón (si eres chico) cosa que veo bastante injusta, pero hoy no voy a hablar del machismo entre los jóvenes. Y si te ganas esa fama, después cuando quieras sentar la cabeza y mantener una relación estable, ¿alguien te tomará en serio? Yo creo que no. Aun así para los chicos todo esto es mucho más fácil, pero pensemos que una chica se queda embarazada de “su rollo” ¿a quién le pide cuentas? Toda la vida con un niño a cuestas cuyo padre no quiere saber nada. Qué vida más guay ¿eh? También existe la posibilidad del aborto, pero ese es otro tema que hoy no me apetece tocar.
Ante todo, estoy en contra totalmente de que la gente generalice sobre una determinada sociedad, ya que no todos somos iguales ni pensamos igual. Sé que también hay chicos y chicas que “salen”. Y que si están con una persona son fieles a ella (para nuestra desgracia no abundan, aunque sí existen).


Ese es un grupo de los que “salen”, después hay otro, que es mucho menos cuqui:
Esta gente que, nada más empezar a salir con un chico o una chica – según su condición sexual una cosa u otra – empiezan a decirse cosas como: <<Te amo>> <<Eres mi vida>> <<Si no estoy contigo no quiero vivir>> <<Juntos para siempre>> <<Estos tres días juntos han sido los mejores de mi vida>> etcétera, etcétera, nada más conocerse y que a la semana se cansan el uno del otro y empiezan a insultarse (a la chica puta y al chico cabrón, dos adjetivos ya poco originales) me parece sinceramente que carecen de fuste alguno. Vamos a ver… si tú te enamoras tan perdidamente de una persona y pasas de llamarle “mi amor” a decirle “cabrón” en cuestión de horas es que hija mía o hijo mío… eres idiota. Así de simple y así de sencillo.
Seguro que los que habéis leído esto habéis identificado a alguien con mis palabras, o a vosotros mismos. Si no, pues os felicito, todos los que conocéis tienen sentido común.
En mi opinión, antes de tener algo así, prefiero un rollo.
Dejando a un lado los tipos de relaciones adolescentes hablaré de en lo que nos solemos fijar.
El físico, y ¿qué si no? Nosotros materialistas y superficiales forever.
Porque vale, para qué negarlo, toooodos queremos un novio/a guapo/a, para poder ir por ahí presumiendo y para mirarle a la cara y pensar “jódete mundo, es MÍO, MÍO, MÍ-O, MÍIIIIIIO, y de nadie más”.
No me digáis que no os haría felices encontraros con las chicas o chicos a los que no soportas mientras vas con tu bombón, mirarlos/as y ver su cara de envidia. Sonríes con solo de pensarlo… por lo menos yo. Y ya no solo a tus enemiga/os… porque presentárselo a tus amigo/as… ¿no os encantaría? A mí sí.
Eso está muy bien… pero si después tu novio/a resulta ser un palurdo su belleza deja de ser tan importante.
En cambio, si el chico/a con el que sales no es un bombón, pero es un cielo… tus ojos le hacen guapo.
¿O no?
Esa es mi humilde opinión.




Una vez más… infinitas gracias por leerme ^^

lunes, 7 de noviembre de 2011

Poema de la semana(:

Rima LIV

Cuando volvemos las fugaces horas
del pasado a evocar,
temblando brilla en sus pestañas negras
una lágrima pronta a resbalar.
Y al fin resbala y cae como gota
del rocío al pensar
que cual hoy por ayer, por hoy mañana
volveremos los dos a suspirar.


sábado, 5 de noviembre de 2011

Adolescencia y bondad no pueden ir juntos.

Haciendo honor al título de mi blog, hablaré sobre los adolescentes y sobre mis pensamientos en términos generales.

Seguro que todos hemos oído la simpática frase de: "Ojalá volviera yo a los quince" o "¡Es la mejor época: sin preocupaciones y sin deberes!" y seguro que todos, después de oírla hemos pensado "¡¿Para qué hablas si ya no te acuerdas de lo jodidamente dura que es?!" (perdonarme el vocabulario pero no puedo evitarlo) Según los mayores nosotros somos aún niños que no saben lo que es el mundo, que nos quejamos "sin saber" las cosas duras que tiene la vida. Pues lo siento, pero no somos tan ingenuos como pensáis.
En la adolescencia puedes ser discriminado, maltratado psicológica o físicamente, humillado, objeto de burla, dañado... y otras muchas cosas que probablemente en tu vida olvidas.
Puede que muchos de nosotros no hallamos pasado por ninguno de los casos que acabo de describir, pero seguro que hemos sido partícipes de ellos, voluntaria o involuntariamente.
¿Quién no ha visto como unos chicos discriminan a otro por ser empollón/gay/feo/gordo... y no ha hecho nada para evitarlo? El que esté libre de pecado que tire la primera piedra.
Muchos pensarán que si ves el maltrato - el psicológico también cuenta - al no ser culpable de nada estás exento de defender al chico/a en cuestión. Vale, como antes dije, respeto todas las opiniones, pero, si vosotros fuérais la persona a la que humillan, ¿no os gustaría que alguien os tendiera la mano y os ayudara a salir adelante? Sí, a cualquiera nos gustaría, solo que hacemos gala de nuestra "humanidad" - y me incluyo - diciendo: << Algo habrá hecho, si no, no estaría en esa situación.>> Cuando en realidad no hacemos nada por miedo a que los matones se ceben con nosotros. Porque, tristemente, nos dejamos llevar por este pensamiento: <<Mientras estén entretenidos con ese no irán a por mí.>>

Rousseau dijo una vez que el hombre es bueno por naturaleza. Já, ingenuo... como se nota que no vivía en el siglo XXI y sobre todo, que no fue al instituto.


Ese es un problema adolescente que parece que los padres/tíos etcétera pasan por alto, y ahí va otro:

El Físico

Sí, el físico. ¿Hay algún adolescente, sobre todo si es chica, que no le importe lo que piensen los demás de su apariencia? Siento decir que la gente que dice que no está mintiendo. Porque vale, puede que te importe un rábano que la pija que está sentada en un banco en frente de ti piense que eres una fiki gótica, pero si lo piensan tus amigos/as o el chico/a del que estás enamorado/a desde hace siglos ya empieza a importar. ¿O me equivoco? El aspecto físico tiene un alto escaño en nuestra pequeña sociedad de materialistas adolescentes, un escaño más alto que el que ocupa el interior de la persona, hay que reconocerlo. Para nuestra desgracia es la realidad.
Quiero que quede claro que no estoy criticando a nadie, ya que me estaría poniendo verde a mí misma ya que yo soy así: me importa lo que piensen los demás, sí. Y sobre todo lo que piensan las personas a las que conozco y a las que me gustaría conocer. Lo que piense el cani que me acaba de decir guapa mientras pasaba con el coche me da exactamente igual... bueno no, porque aunque sea un cani esas cosas ilusionan. Y vale, puede que eso sea muy tonto, pero al que no le haga ilusión es que es un pasota. Bueno que me voy por las ramas... pondré de nuevo el ejemplo de la pija: Yo conozco a varios especímenes, cuyas características generales son: rubia, súper bien vestida, pelo planchado planchadísimo y una cara de asco que se ve en cinco kilómetros a la redonda. Y lo que piensen de mí me da igual. Además, siempre que me cruzo con una la miro con la misma cara de asco, y casi hasta sonríe al haber encontrado a otra borde empedernida como ella. Dios, sé que esto no viene al caso, pero ¿¡de verdad le soluciona a alguien la vida el hecho de ser borde con alguien que no te ha hecho nada!? Si sabéis alguno la respuesta a esta pregunta, por favor, ponedla en un comentario.

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Quien no te quiere como eres no merece que lo recuerdes

Gracias por leerme(:

La nueva (;

Mi primera entrada va a ser bastante simple, pero no es acostumbréis a ello(;


Puede que os preguntéis el por qué de este blog, y sería una pregunta bastante buena, ya que ni yo misma sé el por qué.
Mis amigas (algunas) lo tienen, y expresan en él sus sentimientos, sus pensamientos o su día a día. Personalemte a mí me gusta leer sus entradas siempre que puedo, ya que suelo identificarme con ellas y cuando no lo hago, me gusta saber su opinión, pero no porque sean mis amigas, sino porque condidero importante ver en qué se basa una persona para pensar esto o aquello.


Soy de esas que piensan que las opiniones están para compartirlas, que no hay ninguna buena ni ninguna mala, que son tan solo diferentes.